1Que en la pescadería nos las limpien perfectamente, retirándoles las tripas.

2Las sazonamos ligeramente y les introducimos en la cavidad abdominal la loncha de jamón, una a cada una. Verter en una sartén el aceite de oliva, cubriendo aproximadamente 2 dedos de altura.

3Poner a fuego suave junto a los ajos para que se empape del aroma y los ajos no se quemen.

4Entonces, a los pocos minutos, retiramos los ajos y subimos la temperatura, introduciendo las truchas enharinadas ligeramente, teniéndolas más o menos, dependiendo del tamaño, 1 minuto por cada lado.

5Las hacemos en 2 ó 3 tandas, para que no baje la temperatura del aceite.

6Doradas y crujientes, las escurrimos y las servimos con una ensalada de lechuga o similar.

7Uno se las come y se queda más agusto que Gayarre cantándole a su Roncal querido.