1En una cazuela amplia, con agua salada, ponemos a cocer la merluza, a fuego muy suave, hasta que veamos que la carne se despega fácilmente de la espina.

2Más o menos serán necesarios unos 10 minutos, roto el hervor.

3Cuando podamos manejar el pescado sin quemarnos, lo desmigamos, retirando la piel y espinas.

4En una cazuela, ponemos a cocinar a fuego muy suave, con una pizca de aceite, las cebolletas, el puerro y los ajos.

5Una vez bien tierno, tras 10 minutos de fuego, añadimos el brandy y lo dejamos reducir. Damos unas vueltas.

6Entonces mezclamos a esta mezcla gustosa el pescado desmigado, sin que hierva más para que no se seque.

7Fuera del fuego mezclamos en un bol los huevos y la nata, salpimentando.

8Le añadimos el guisado anterior y mezclamos bien. Rectificamos el sazonamiento.

9Introducimos la mezcla en un molde grande o dos pequeños tipo plumcake que previamente habremos untado de mantequilla derretida y espolvoreado con pan rallado.

10Hornear al baño María a 180°C durante 20-30 minutos, hasta que la mezcla quede cuajada, sin pasarnos de punto para que el pastel quede jugoso y no seco.

11Lo comprobamos meneándolo aún en el horno y comprobando que los bordes estén cuajados y el interior tembloroso.

12Una vez frío, lo desmoldamos y lo cortamos, acompañándolo con pan tostado y abundante salsa rosa o mayonesa.