1Calentar la leche a una temperatura de 28 a 30 grados centigrados, agitandola con una espumadera

2para que el calentamiento sea uniforme.

3Retirar del fuego.

4Agregar el cuajo de a poco, agitando la leche para que se mezcle bien.

5Dejar descansar hasta que coagule.

6La leche estara cuajada cuando al introducir una paleta de madera, esta no se caiga.

7Colocar en moldes agujereados (10 cm. de diametro x 2 de altura) con la ayuda de una espumadera.

8A medida que va escurriendo el suero, rellenar el molde con mas cuajada.

9Una vez completado el molde, con la ayuda de una tablita estriada o una rejilla, se les da una vuelta completa para facilitar el escurrimiento del suero.

10A las 24 horas se saca del molde y se sala el contorno y la cara superior frotando con la mano.

11Después de 8 horas, se voltea y se sala la otra cara.

12Se vuelve a colocar en un molde hasta que el queso adquiera consistencia, luego de ello, a los dos dias ya se puede consumir.