11 Antes de ponernos manos a la obra con la receta de pollo, exprimimos el limón, fileteamos las pechugas y las reservamos para preparar la salsa de limón y miel. Para ello, cogemos un bol y mezclamos con una cuchara o espátula el zumo de limón con la miel, un chorro generoso de aceite, sal, tomillo al gusto y los dientes de ajo bien picados. Si lo prefieres, puedes utilizar ajo en polvo o pasta de ajo. Así mismo, puedes sustituir el tomillo por romero. Truco: Puedes añadir más o menos cantidad de miel, ¡a tu gusto!

22 Colocamos las pechugas de pollo fileteadas en una bandeja o recipiente apto para horno y, con un pincel de cocina, untamos la salsa anterior sobre cada filete.

33 Luego, vertemos la salsa de limón y miel restante para cubrir todos los filetes. Una vez cubiertos, dejamos reposar el pollo durante 20-30 minutos para que se impregne bien del aroma y sabor de los ingredientes. Si dispones de más tiempo, puedes dejarlo hasta una hora. Truco: Cuando queden 15 minutos, precalentamos el horno a 200 ºC.

44 Pasado el tiempo de reposo, horneamos las pechugas de pollo con limón y miel durante 7-10 minutos. Luego, retiramos la bandeja, damos la vuelta a los filetes y distribuimos un chorro de vino blanco. Esto último es opcional, pero te recomiendo que lo hagas para suavizar la salsa. Volvemos a hornear otros 7-10 minutos más.

55 Pasado el segundo tiempo de horneado, volvemos a voltear los filetes y probamos la salsa. Si al probarla consideras que el sabor a limón y miel es demasiado intenso, siempre puedes añadir un poco de agua para reducirlo. Volvemos a hornear hasta que la carne esté hecha. ¡Y listo! Servimos las pechugas de pollo al horno con limón y miel acompañadas de patatas asadas, una ensalada verde o verduras salteadas. ¡Buen provecho!