1Raspe con un cuchillo las conchas de los mejillones y tire de la hierbas estropajosas dejando la superficie de la concha limpia. Lávelos bien en agua con un pellizco de sal, moviéndolos con la mano y sin dejarlos permanecer mucho rato en ella. Sáquelos, escúrralos y póngalos con agua que los cubra a fuego vivo, saltéelos de vez en cuando y retírelos en cuanto se abran.

2Quíteles la concha, si prefiere puede quitar sólo la vacía. Resérvelos.

3Corte los tomates y el pimiento y quíteles las simientes, pele la cebolla y el pepino y pique las cuatro hortalizas muy picaditas. Alíñelas con el vinagre, el aceite, sal y pimienta. Mezcle bien todo ello y cubra con ello los mejillones.