1En una cazuela amplia pero baja, rehogar el ajo picado en el aceite. A contnuación añadimos la pizca de harina y la revolvemos con una cuchara.

2Verter la pizca de vino y el agua caliente. Hervir 1 minuto.

3Añadir los mejillones y mantenerlos al fuego, hasta que se abran, a poder ser cubiertos con una tapa.

4A medida que se van abriendo, los vamos retirando a un plato.

5Si vemos que alguno se resiste, mejor desecharlo.

6Una vez el último abierto, colamos el jugo para eliminar todo resto de arena y lo dejamos reducir al fuego muy suave, si está muy ligero o le añadimos un poco de agua o vino blanco si vemos que está muy espeso.

7Introducimos entonces los mejillones en la salsa y los espolvoreamos con el perejil.