RECETA
- 2 Kg de repollo blanco
- 60 g de sal marina
- 1 cucharada de bayas de enebro
- 1 cucharada de trigo o cebada molidos
- 4 hojas grandes de repollo enteras
1Lavar y secar muy bien un frasco de vidrio.
2Colocar el trigo o la cebada en el fondo del recipiente.
3Encima colocar 2 de las hojas de repollo, machacadas (sin quebrar).
4Lavar el resto del repollo y cortarlo en tiritas muy finas. También se puede rallar
5Tomar una parte del repollo rallado (suficiente para formar la primera capa) y triturarlo en el mortero hasta que despida su propio jugo.
6Espolvorear con parte de sal y colocar algunas bayas de enebro. Repetir el procedimiento hasta utilizar todo el repollo.
7Cubrir con dos hojas enteras, machacadas sin lastimar y colocar, cubriendo todo, un lienzo poroso.
8Añadir una tapa que cubra bien y que pueda presionarse hacia adentro del recipiente.
9Colocar un peso encima.
10Conservar el recipiente en un lugar cálido. A los cuatro días, quitar la espuma formada en la superficie, lavar la tapa y volver a cubrir.
11Repetir las dos últimas operaciones cada dos días, hasta que no se forme más espuma.
12Dejar fermentar unos días más.
13Colocar en frascos de vidrio bien tapados y conservar en la heladera.