1Poner en un recipiente los dos huevos y batirlos como si fuésemos a hacer una tortilla.

2Seguidamente añadiremos a los huevos ya batidos una taza de leche y una de aceite.

3A continuación, y sin mover los ingredientes ya agregados añadimos los 200g de azúcar y le damos un toque de azúcar avainillado.

4Una vez incorporado el azúcar, movemos todos los ingredientes del bol con unas varillas, obteniendo una mezcla como la de la fotografía.

5El siguiente paso es añadir 250g de harina con una pizca de sal, para realzar el sabor y una cucharada de levadura.

6La harina la iremos incorporando poco a poco en unas 3 veces, y moveremos muy bien para que quede totalmente integrada.

7Cuando ya tenemos lista la masa, vamos a preparar el molde. Podéis usar cualquier molde de horno, engrasándolo bien no tiene porque pegarse, pero a mi particularmente me gustan más los moldes de silicona, que se desmoldan muy fácilmente.

8Aún así yo los de silicona los engraso.

9Para esto vamos a untar el molde con un poco de matequilla.

10Ahora ponemos un poco de harina, lo repartimos bien por todo el molde dándole golpecitos. Una vez que este todo el molde cubierto con harina, lo volcamos para quitar el exceso.

11Por último, vertemos la masa en el molde y lo ponemos en el horno precalentado (pero no muy caliente), unos 40 minutos a unos 170-180ºC.

12Para saber si está realmente cocido, podéis pincharlo con un palito largo, como los que se usan para los pinchitos, si sale limpio está listo.

13Preparación del almíbar: mientras el bizcocho se hace aprovechamos a realizar el almíbar con el lo vamos a emborrachar. Para ello, se pone en un cazo a cocer el zumo con el azúcar y el ron, y lo dejaremos cocer durante 5 minutos. Y por encima del bizcocho se añade el almíbar en caliente.

14Este dulce de meterá en la nevera para que esté fresco al tomar. Se puede acompañar de nata montada, yo prefiero cubrir con chocolate fundido, trocitos de frutos secos y azúcar glass.