11 En una olla grande se echa la leche, el arroz, las ramas de canela, la cascara de limón y la cucharadita de sal. Aquí tenemos 2 opciones: Ponemos la olla con los ingredientes a fuego fuerte y una vez que rompa a hervir bajamos a fuego suave o cocinamos a fuego suave desde el principio. Yo siempre me decanto por la última opción y se tarda unas 2 horas. Sea cual sea nuestra elección es muy importante remover con mucha frecuencia, a poder ser utilizando una cuchara de madera, porque si no se nos pegara el arroz al menor descuido.

22 Poco a poco veréis como el arroz se va cociendo y la leche se vuelve más cremosa. Paciencia y no os olvidéis de remover.

33 A la hora de apartarlo del fuego, aquí está una parte importante de la receta, no nos interesa que el arroz este muy seco ya que este seguirá durante un tiempo absorbiendo líquido y nos podría quedar demasiado seco. Tampoco lo apartaremos del fuego dejándolo como una sopa. Hay que cogerle el punto, buscamos un arroz muy cremoso.

44 Una vez apartado del fuego, le añadimos el azúcar a cucharadas sin parar de revolver. También se le añade el anís lo que le dará un toque fantástico.

55 Pasamos el arroz a una fuente y lo espolvoreamos con azúcar y canela en polvo y dejamos enfriar a temperatura ambiente para luego meterlo en el frigorífico.

66 En algunas zonas es costumbre quemar el azúcar final que recubre el arroz con un soplete para cocina o con una plancha (quemador eléctrico). A mí, personalmente no me gusta pero sobre gustos no hay nada escrito. Lo que si os puedo decir es que os saldrá un arroz con leche y anis riquísimo. Ya me contaréis.