1Mezclamos la carne picada con el ajo triturado y perejil picados muy finos, sal y pimienta. Espolvoreamos de pan rallado e incorporamos una yema de huevo. Mezclamos bien. Vamos formando albóndigas , pasamos por harina, la clara de huevo batida y nuevamente por harina, y freímos en aceite caliente en una sartén dorando por todas sus caras. En cuando estén selladas las retiras, no te preocupes porque se terminan de hacer al cocerlas en la salsa.

2En ese aceite rehogamos la cebolla y ajo picados con la hoja de laurel. Dejamos que pochen un par de minutos.

3Incorporamos las albóndigas y el vino, dejamos que evapore bien el alcohol. Si te gusta la salsa más suave puedes suprimir el vino.

4Una vez evaporado el alcohol añadimos el tomate y dejamos que la salsa reduzca y espese mientras se hacen las albóndigas con la cazuela tapada y a fuego medio bajo.  Mantenemos al fuego unos 20 min (según tamaño) hasta que la salsa haya reducido y esté bien ligada. Si quieres una textura más fina puedes pasar la salsa por la batidora.

5Servimos las albóndigas calientes regadas con su salsa de tomate