1Limpiar bien el exterior de las vieiras.

2Meterlas en el horno hasta que se abran. Sacarlas.

3Separar los cuerpos de las conchas y desposeerlos de la cinta negra (barbas) que los rodea. Reservar.

4Guardar asimismo cuatro -las más hondas- de las conchas.

5En una "poele" poner la mantequilla y dorar la cebolla o las chalotas (picada en uno y otro casos finita), el ajo (asimismo picado fino) y el pimentón.

6Una vez pochado el conjunto, añadir los moluscos y salpimentar.

7Sofreir con mesura.

8Cuando vea que empieza a estar añadir el vino blanco y el perejil.

9Dejar que hierva a fuego muy suave.

10Cuando termine de hacerse, añadir la nata para espesar la salsita.

11Detener el proceso.

12Rellenar las cuatro conchas con tres moluscos cada una y la parte alícuota de la salsa que se ha preparado.

13Espolvorear equitativamente con el pan rallado, y meter al horno (que, desde que lo utilizamos para abrir los moluscos, habrá seguido cogiendo temperatura) para gratinar.

14Hecho lo cual, sacar y servir -muy calientes- no sin haber dado a cada concha una rociada de jugo de limón recién exprimido.

15Acompañar de un vino blanco seco.