1Disolvemos la levadura en agua templada (yo la suelo calentar un poco en el microondas). Mezclamos en un bol la harina tamizada con la sal y el azúcar.

2Incorporamos el aceite y el agua con la levadura y mezclamos con fuerza hasta que quede una masa homogénea que no se pegue a las manos.

3Añade más harina si es necesario. Ponemos la masa en un bol y dejamos que fermente tapada hasta que doble su volumen. La amasamos de nuevo para que airee y pierda el gas del levado.

4Hacemos unas bolitas con la mano (como una pelota de golf) y las aplanamos un poco con las manos. Las ponemos en una bandeja de horno (sobre papel de hornear) algo separadas una de la otra y metemos al horno frío.

5Ponemos a 180º. La masa irá subiendo más mientras se precalienta. Cuando alcance la temperatura ponemos un hilito de aceite y horneamos 10 min o hasta que dore la superficie y esté cocido. Lo ideal es servir calientes o templadas, pero puedes servir también frías.