11 Cogemos un cazo con la capacidad suficiente y ponemos la leche a calentar. Añadimos la rama de canela y la piel de limón para aromatizarla. Cuando alcance el punto de ebullición, la retiramos del fuego y añadimos el azúcar, removemos bien para disolverlo. Dejamos enfriar y retiramos la canela y el limón.

22 Cortamos el pan el rodajas de unos 2 cm de grosor más o menos. Recuerda que el pan debe estar duro para evitar que se deshaga al remojarlo en la leche.

33 Colocamos las rodajas sobre una fuente y las bañamos con la leche, pero sin gastarla toda. Les damos las vuelta para que se impregnen por ambos lados. No las dejamos mucho tiempo para evitar que se reblandezcan en exceso.

44 Cogemos una sartén y ponemos abundante aceite a calentar. Mientras tanto, batimos el huevo y pasamos cada una de las rodajas por el huevo batido. Cuando el aceite esté caliente, freímos las torrijas de pan por ambos lados.

55 Una vez fritas, las colocamos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite y las pasamos a una fuente. Vertemos la leche templada restante y espolvoreamos azúcar por encima de cada torrija. Las dejamos reposar para que se impregnen de la leche aromatizada y ya podremos comerlas.