1Lavar los tomates, partirlos por la mitad en sentido horizontal y vaciarlos con una cucharilla.

2Salarlos y colocarlos sobre un paño, con el corte hacia abajo, para que suelten toda su agua.

3Rehogar la cebolla, el apio, el perejil y el ajo, todo limpio y picado finamente, en una sartén con el aceite.

4Salpimentar y rehogar a fuego lento durante 10 minutos, removiendo de vez en cuando.

5Apartar del fuego, añadir el queso rallado y un poco de pimienta recién molida y mezclar todo bien.

6Rellenar los tomates con la mezcla preparada y ponerlos en una fuente refractaria engrasada con aceite.

7Meterlos en el horno caliente y gratinar 10 ó 15 minutos.

8Servir enseguida.