RECETA
- 8 tomates maduros, medianos bien prietos, para rellenar
- 8 pedazos hermosos de bonito en aceite, de buena conserva
- 1 cebolleta picada
- 1 diente de ajo picado
- Perejil picado
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen
- 16 cucharadas de salsa all-i-oli
- Sal
1Si tienen el tallo unido al fruto, no les quitamos el penacho, para que queden más bonitos.
2Además, les hacemos a los tomates en la base una pequeña incisión, en forma de cruz.
3Ponemos abundante agua a hervir y cuando surjan los hervores introducimos los tomates, de pocos en pocos, manteniéndolos unos segundos en el agua hirviendo.
4Rápidamente los sumergimos en un baño de agua helada, para refrescarlos.
5Una vez pasados todos por el agua o escaldados como diría un cocinero laureado, los pelamos y les hacemos un corte en la parte superior, como si de una tapa se tratara.
6Con una cuchara pequeña y si acaso con ayuda de un cuchillo afilado, les vaciamos el interior, dejándolos huecos para poder rellenarlos.
7Reservamos la carne retirada para otros usos (hacer salsa de tomate o si nos apetece para mezclarla con el relleno, es cuestión de gustos) y sazonamos el interior de los tomates con una pizca de sal.
8En un bol deshojamos los pedazos de bonito, intentando no machacarlos mucho, para que se noten las capas al comerlo y añadimos la cebolleta, el ajo, perejil picado y el aceite de oliva virgen.
9Si decidimos incorporar la pulpa picada de tomate, lo hacemos. Rectificamos el sazonamiento. Es el relleno.
10En el fondo de los tomates, colocamos una cucharada de salsa all-i-oli y sobre ella el bonito aliñado.
11Una vez los tomates rellenos, cubrimos con otra cucharada de salsa y tapamos con las tapas. Rociamos los tomates con un hilo de aceite de oliva virgen y los servimos.