RECETA
- 1 trozo grande de calabaza
- 150 g de harina
- 1/4 l de agua
- 1 pizca de azúcar
- 15 g de levadura prensada de panadería
- 1/2 cucharada de sal
- Aceite de oliva o girasol para freír
1Poner la harina, la sal, el azúcar y la levadura en un bol, desmenuzando todo con la yema de los dedos.
2Añadir entonces poco a poco el agua que deberá de estar templada, a unos 30°C, no más caliente, para que no matemos la levadura.
3Con ayuda de una varilla o de una cuchara, vamos incorporando el agua hasta que absorba toda, intentando que no se formen grumos.
4Cubrimos el bol con un trapo y lo dejamos reposar una media hora en un sitio templado, por ejemplo en el cuarto de la lavadora.
5Veremos que la masa fermenta y hace burbujas.
6Entonces retiramos la piel a la calabaza, cortando ésta en bastones de tamaño regular, de 1 cm de grosor y unos 8/10 cm de largo.
7Una vez todas cortadas, sazonamos los bastones de calabaza y los sumergimos en la masa de tempura, de uno en uno, rápidamente y sin soltarlos, pellizcados de una esquina y de ahí al aceite caliente, en una sartén, para freírlos.
8Hacemos lo mismo con todos y una vez bien escurridos, los comemos bien crujientes.
9Los podemos acompañar, untándolos, con una salsa romesco, un all-i-oli o una buena salsa de tomate fría.