1Mezcle la harina, la mantequilla, el azúcar, los huevos y la pizca de vainilla.

2Amase los ingredientes hasta obtener una mezcla compacta.

3Guarde la masa en el refrigerador un par de horas.

4Saque la masa.

5Deje que pierda un poco de frío con la ayuda de un rodillo y colóquela en unas tartaletas metálicas individuales; hornéelas a 180° durante 59 minutos, ó hasta que estén doradas.

6Hierva la leche con la esencia de vainilla.

7Por otro lado mezcle las yemas con el azúcar y la maicena, vierta la leche hirviendo sobre la mezcla y vuelva a poner sobre fuego moderado constantemente con una espátula de madera hasta que obtenga una textura cremosa.

8Déjela enfriar a temperatura ambiente.

9Rellene las tartaletas con crema pastelera y decórelas con las fresas y los kiwis.