1En un bol o ensaladera mezclamos el azúcar, las almendras molidas, el cacao, la canela y la harina. Una vez bien mezclado añadimos los huevos, y una vez incorporados éstos agregamos la mantequilla, que debe de estar blanda, es decir, haberla sacado de la nevera unas horas antes.

2Untamos con mantequilla un molde redondo de 24cm aprox. de diámetro y, a ser posible, sea un molde desmontable. Trasladamos casi toda la masa al molde, apartando un poco de masa que utilizaremos después poder adornar con tiras finas a modo de rejilla la tarta por arriba.

3La masa deberá ser espesa. Extendemos la masa con la mano por el fondo del molde y por los bordes a la mitad aproximadamente.

4Mezclamos bien en un cuenco las frutas del bosque y la mermelada, y cubrimos con la mezcla la masa (para esta tarta yo he elegido unas cuantas moras, unos arándanos rojos y negros, y algunas frambuesas)

5Con el resto de masa que habíamos apartado, haremos tiras finas y las iremos colocando por encima de lado a lado de la tarta, sellamos con cuidado los bordes con los dedos, para que se unan. Pueden ser tiras en línea o podemos colocarlas cruzadas haciendo rombos.

6Metemos al horno, previamente calentado durante 5 minutos, a unos 175º, iremos subiendo el calor de 15 en 15 minutos, hasta llegar a los 45 minutos. La masa tiene que estar ligeramente dorada, para estar en su punto.

7Dejamos enfriar la tarta en el molde y luego desmoldamos y servimos en una bandeja o fuente.