1Extienda la masa quebrada en una lámina de 1/2 centímetro de grosor y forre con ella un molde untado con la mantequilla.

2Pinche la superficie de la masa, cúbrala con papel de aluminio y éste con legumbres secas.

3Introduzca en el horno, precalentado a 180°C, unos 15-20 minutos.

4Hierva la leche con la vainilla en un cazo al fuego; retire la vainilla y agregue los huevos previamente batidos con el azúcar; mezcle e incorpore la harina, sin dejar de revolver; cocine, a fuego lento, hasta obtener una crema espesa; añada el Kirsch, y deje que se temple.

5Cuando la masa esté cocida, deseche las legumbres y el papel de aluminio, hornéela 5 minutos más, y vierta sobre la masa la crema preparada; distribuya sobre la superficie los duraznos, espolvoréelos con el azúcar impalpable e introduzca en el horno, con le gratinador encendido, 5 minutos.

6Diluya la mermelada en un cazo al fuego con un poco de agua y barnice con ella la tarta.

7Deje enfriar antes de desmoldar y servir.