1Poner la harina en una mesa de trabajo, en forma de volcán, y agregar en su interior la mantequilla cortada en cuadraditos, el azúcar, la yema y una pizca de sal.

2Mezclar con la punta de los dedos hasta conseguir una masa y formar una bola, envolverla en film de cocina y dejarla reposar en el frigorífico durante 30 minutos.

3A continuación extender la masa con un rodillo en una mesa enharinada y forrar un molde de tarta plana.

4Pinchar con un tenedor por el fondo y las paredes y hornear a media potencia durante unos 25 minutos.

5Sacar y dejar enfriar.

6Poner el agua, el azúcar y el zumo del limón en un cazo al fuego, y dejar hasta conseguir un almíbar, unos 10 minutos.

7Mientras tanto, diluir la maizena en la leche y mezclar con los huevos batidos en un cazo.

8Cuando el almíbar esté en su punto incorporarlo poco a poco a los huevos sin dejar de batir.

9Acercar al fuego y mover sin parar hasta que espese, teniendo muchísimo cuidado de que no hierva.

10Apartar del fuego y dejar enfriar.

11Seguidamente, mezclar la crema con las natillas y rellenar la tarta horneada con esta crema.

12Puede adornar la superficie de la tarta con círculos de caramelo líquido y merengues o al gusto.