RECETA
- 1/2 Kilo de harina
- 250 gramos de mantequilla
- 110 gramos de azúcar
- 3 o 4 yemas de huevo
- 4-5 manzanas no demasiado dulces.
1Primero preparar el molde para hornear y poner el horno a la temperatura de unos 180 grados.
2La mantequilla, que debe estar bien fría, mezclarla con la harina, primero cortarla en trozos pequeños y luego amasar añadiendo el azúcar y las yemas.
3Cuando los ingredientes se unan, la masa dejarla en el frigorifico por una o dos horas ( más tiempo permanezca al frío más crocante será la base del pastel)
4Pela y ralla las manzanas con un rallador. Rocíalas con zumo de limón para evitar que se oxiden. Bate las claras que habías guardado en la nevera a punto de nieve. Mézclalas con las manzanas ralladas, el cardamomo, la canela y quizás medio vaso más de azúcar moreno en polvo.
5Engrasa una fuente de horno con mantequilla y espolvoréala con un poco de harina.
6Cubre el fondo y los laterales con la masa pero no olvides de reservarte un trozo del tamaño de una pelota.
7Guarda la pelota en el congelador durante un par de minutos o algo más, para que se endurezca un poco.
8Cubre de forma homogénea la masa de la fuente con la mezcla de manzana.
9Cuando todo esté preparado, ralla el resto de masa sobre ella.
10Hornea a unos 160ºC-170º C durante alrededor de una hora (varía mucho dependiendo del horno y del grosor que se le ha dado al pastel.