1Se ponen los cubitos de hielo en la trituradora eléctrica y se bate hasta que queden granizados (también se puede emplear el hielo granizado que fabrican algunas neveras o machacar el hielo cuidadosamente y en sitio fresco, siempre envuelto en un paño).

2Esta operación conviene hacerla rápidamente porque se deshiela muy deprisa.

3Se añade el café soluble y el azúcar y se bate unos instantes más para que se una al hielo.

4Pasar inmediatamente a las copas o a un bol grande y guardar en el congelador una media hora, no más, hasta que se sirva.

5Se puede acompañar de un chorreón de nata líquida en cada copa o un choreón de coñac, según los gustos.