RECETA
- 1 solomillo de cerdo grande o 2 si son más pequeños
- Media cebolla o 2 chalotas
- 1 vaso de un buen tinto con cuerpo (250 ml)
- Dos golpes de clavo de olor
- Dos golpes de nuez moscada
- Una ramita de perejil
- Zumo de ½ limón
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
1Cortamos el solomillo en rodajas o medallones de 1 cm, lo salpimentamos y los doramos en una sartén con un fondo de aceite de oliva (muy poquito) un minuto por cada lado. Retiramos y reservamos la carne.
2En otra sartén con un poco de aceite de oliva sofreímos la cebolla picada finísima un par de minutos. Cuando esté pochada sin quemarse ponemos las especias y removemos. Añadimos el vino tinto, mezclamos, y lo ponemos todo en la sartén en la que sellamos la carne para recuperar los jugos.
3Dejamos reducir el vino casi a la mitad y después de unos minutos, cuando esté en su punto la salsa y el alcohol haya evaporado, añadimos de nuevo la carne y damos un hervor de un par de minutos. No debe sobrecocerse para que se mantenga tierna y jugosa. Servimos al momento con un poco de perejil picado si te gusta.