RECETA
- Un solomillo de vaca de 200 g.
- Un dl. de nata líquida
- Dos cucharadas de queso roquefort, cabrales o similar
- Unas gotas de aceite, otras de calvados o aguardiente de sidra
- Sal
1Poner a fuego lento la nata líquida en un cazo.
2Cuando lleve unos minutos hirviendo suavemente y empiece a adquirir cierta cremosidad, agregamos el queso ¬la cantidad dependerá de la clase y fuerza¬ y removemos constantemente con una espátula para que se diluya.
3Habrá que probar para conseguir el sabor deseado, añadiendo más o menos a tenor del gusto y el cuerpo de la salsa.
4Paralelamente, ponemos una sartén a fuego vivo con unas gotas de aceite.
5Casi humeante, se echa el solomillo, que habrá de dorarse por fuera y quedar sangrante por dentro.
6Al darle vuelta, se flamea con unas gotas de calvados o aguardiente de sidra.
7Al momento de sacar, se sala por los dos lados. Sacar y depositar unos segundos en un plato.
8Poner en el fondo de otro plato la crema ligera de queso y encima el solomillo.