1Colocamos las rodajas de pan sobre una superficie plan y untamos por la parte de dentro con la mantequilla blanda. Ponemos el jamón y el queso, cubrimos con el otro pan untado por dentro de mantequilla y terminamos de montar el sándwich. Cortamos los sándwiches en cuatro pedazos cuadrados y los prensamos bien con las manos para que se sellen bien.

2Batimos los huevos, los salpimentamos y añadimos un chorrito de nata.

3Pasamos los trozos de sándwich por la mezcla de huevos (hay que empaparlos bien por todos lados) y luego por el pan rallado. Hay que poner bastante pan rallado para que forme una capa gruesa. Apretamos bien y freímos inmediatamente en aceite caliente.

4Cuando estén dorados los retiramos y dejamos escurrir sobre papel de cocina para que pierdan el exceso de aceite. Servimos al momento, en caliente, o templado.