RECETA
- 2 yemas de huevo a temperatura ambiente
- 200 gr de mantequilla clarificada
- 2 cucharaditas de jugo de limón (o 1 de limón y otra de vino blanco)
- Sal y pimienta negra o blanca recién molida
1Derretimos la mantequilla al fuego o en el microondas a potencia media y la clarificamos eliminando todo el suero sólido que flota por la superficie. Es importante clarificarla para que salga bien la salsa.
2Ponemos una cazuela grande y plana al fuego con agua y la dejamos que se vaya calentando a fuego lento.
3Separamos las yemas eliminando muy bien todos los restos de clara. Las rompemos y las batimos bien con varillas en un cazo pequeño hasta que aumenten bastante de volumen.
4Ponemos el cazo al baño María en la cazuela grande y vamos añadiendo la mantequilla lentamente batiendo sin parar siempre en la misma dirección.
5Hay que controlar el fuego para que no se cuajen las yemas, no puede llegar a hervir el agua.
6Cuando ligue la salsa terminamos de batir, añadimos fuera del fuego el limón y salpimentamos mezclando suavemente. Hay que usarla al momento porque se puede ir cortando al enfriarse.
7 Ponemos en el vaso de la batidora las yemas con la sal, pimienta y limón. Empezamos a batir a potencia media-alta unos segundos.
8Derretimos la mantequilla como en la elaboración tradicional y la vamos incorporando sin dejar de batir y sin mover el brazo de la batidora hasta que vemos que la salsa ha ligado.
9Hay que mantenerla caliente o templada hasta el momento de servir como en el caso anterior.