RECETA
- Aceite de oliva
- 1 guindilla roja
- Pimentón picante 1 cucharadita
- 1 cucharadas de harina
- Agua
- 1 golpe de vino
- Pimienta blanca
- Sal al gusto
1Se ponen a calentar en una cazo el aceite de oliva y la guindilla.
2Cuando el aceite está caliente, sin humear, se añade la harina y se empieza a remover rápidamente con unas varillas, exactamente igual que si se estuviera haciendo una besamela;
3Cuando la harina ya está ligada con el aceite sin grumos y ligerísimamente tostada, se añade el pimentón picante y se sigue removiendo hasta que quede bien integrado.
4Entonces se empieza a echar agua muy poco a poco y removiendo con las varillas hasta que tenga la consistencia que más guste, momento en el cual se incorpora la sal, la pimienta blanca y la pizca un golpe de vino, que puede ser blanco o tinto.
5Estas salsas son muy personales y, sin que pierdan su carácter en absoluto, pueden llevar una pizca de ajo, un poco de cebolla muy picada, algo de tomillo e incluso, hay quien aún refuerza el picante... ¡Con algo de tabasco!.