1En una sartén grande se fríen los ajos, pelados y enteros, y se apartan en el mortero donde serán machacados y al que le uniremos el vino.

2En ese mismo aceite echaremos las carnes picadas que hemos salpimentado, a fuego medio/flojo, trabajádola con cuchara de palo para que se suelte bien.

3Cuando veamos que está hecha le añadimos lo del mortero y continuará al fuego hasta que evapore el vino.

4Se reserva.

5Aparte, en una olla grande echaremos un poquito de aceite y la cebolla picada.

6La dejaremos hacer a fuego lento hasta que quede transparente.

7A continuación echamos el tomate triturado y lo dejamos hacer como 1/2 hora a fuego lento.

8Añadimos lo de la sartén y que se haga todo junto 3 horas por lo menos, a fuego muy lento, removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue.

9Diez minutos antes de retirar del fuego es cuando le añadimos las hierbas, siendo muy generosos con el orégano sobre todo.

10Sale mucha cantidad, pero es ideal para después congelar y tener siempre a punto esta salsa para arroces, pastas, lasañas.

11En fin, es muy sencilla. Lo único es estar en casa unas horas para vigilarla. Buen provecho!