1El día de antes se trocea la barra y se extiende sobre una o dos bandejas para que se endurezca algo.

2Al día siguiente se les dá la vuelta hasta la hora de hacerlas.

3Se fríe el aceite con la cáscara de limón para quitarle sabor.

4En un plato hondo se vuelca el vino dulce ligeramente aguado.

5En otro se baten dos o tres huevos y se les echa un chorreón de agua para que no les salgan a las torrijas "barbas" al freirlas.

6Rápidamente, para que no se rompan se pasa el pan: por el vino, el huevo y se fríe.

7En un cacito se aclara la miel con agua y cuando se fríen todas y se colocan sobre el plato. Y se rocían con esa miel.

8Al día siguiente las de abajo pasan a arriba para que todas se empapen.

9Se frien todos los moldes poco dorados.

10Se mojan todos en el vino.

11Las claras se montan a punto de nieve y se le agregan las yemas.

12Se meten los moldes en el huevo y se frien.

13Finalmente se le echa la miel rebajada con un poco de agua.

14Se sirven con una bola de helado entre dos torrijas.