1Limpiar las truchas, lavarlas muy bien, secarlas con papel absorbente y salpimentarlas por dentro y por fuera.

2Calentar el aceite en una sartén al fuego y freir los ajos hasta que estén dorados; sacarlos y machacarlos en el mortero con las nueces y un poco de sal.

3Incorporar el pan al mortero y mezclar muy bien.

4Raspar la piel de las zanahorias, lavarlas, cortarlas en lonchitas finas y freir a fuego suave en el mismo aceite de dorar los ajos.

5Colocar las truchas en una fuente refractaría, cubrirlas con la mezcla del mortero, regarlas con el vino y con el aceite.

6Colocar las zanahorias alrededor, y meter en el horno, previamente calentado, a media potencia durante 15 o 20 minutos.