1Con un cuchillo grande y afilado cortar la berenjena en rodajas longitudinales, 2 centímetros aprox. de espesor.

2Disponga la berenjena sobre un colador, rociando cada uno con un montón de sal para que suelte el agua y sea menos amarga.

3Ponga el colador en el fregadero.

4Coloque peso, un plato o una tapa, en la parte superior.

5Deje durante 30 minutos así.

6En una sartén antiadherente, caliente el aceite a fuego medio.

7Enjuague las berenjenas, escúrralas y séquelas.

8Meta las berenjenas en las sartén por tandas.

9Fríalas durante 5 minutos por cada lado o hasta que estén doradas.

10Añada más aceite para freír si es necesario (la berenjena absorbe rápidamente el aceite).

11Retire la berenjena del fuego y colóquela sobre una servilleta de papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

12También puede asar las rodajas de berenjena en el horno.

13Corte un pedazo de papel de aluminio del tamaño de la bandeja para hornear y embadúrnelo con un poco de aceite de oliva.

14Coloque las rodajas de berenjena sobre la bandeja y rocíelas con un poco más de aceite.

15Cocer en el 450F (230C) horno durante 20-25 minutos, o hasta que estén ligeramente doradas y suaves.

16Coloque las berenjenas en una superficie plana, como la tabla de cortar.

17Con una cuchara, extienda un poco de mayonesa de manera uniforme sobre cada rebanada, luego extienda un poco de ajo machacado, y espolvoree con las nueces picadas.

18Espolvoreé generosamente con hierbas picadas.

19Por último comenzando por el extremo más estrecho, enróllelo con cuidado y sirva.