1Ponga a remojar el frijol toda la noche; luego, cuézalo con agua hasta que esté suave.

2Licue la leche con el frijol, pero sin su caldo; puede hacerlo por partes.

3Pase la mezcla por un colador y póngala al fuego en un cazo; agregue el azúcar y las rajas de canela.

4Cocine todo por espacio de tres a cuatro horas sin dejar de mover para que no se pegue.

5Cuando espese, agregue las yemas diluidas en un poco de leche fría, junto con la fécula y las almendras.

6El dulce debe quedar bien espeso; esto último se aprecia cuando con la cuchara se puede ver el fondo del cazo.

7Déjelo enfriar y páselo a un refractario; adórnelo con la nuez.