1Se tuesta el chile directamente sobre la lumbre o sobre una parilla o comal; una vez tostados se van guardando en una bolsa de plástico o se envuelven en un trapo para que suden y sea fácil pelarlos.

2Después de un rato se sacan, se pelan y se les quitan las semillas. Si no se quiere muy picoso, se desvenan. El chile se corta en cuadritos o en rajas.

3Se fríen muy bien al ajo, la cebolla y el tomate picadito, se agrega el chile y se fríe durante un rato, finalmente ponemos la leche y sal al gusto.

4Algunas personas agregan un poco de agua o bien lo hacen con crema de leche. Se reparten cuadritos de queso y ya para servir el chile se agregan.

5Este guiso se sirve bien caliente y debe quedar caldoso. Combinando con frijoles y tortilla de harina es delicioso.

6El chile con queso es un platillo muy común en la dieta de los chihuahuenses, se puede decir que junto con las tortillas de harina es uno de lo más característico de nuestra cocina regional.

7Difícilmente habrá un hogar en donde no se coma con cierta frecuencia y puede ser el plato principal en una comida, o bien, ser un complemento de otros alimentos.

8Se acostumbra a toda hora del día, por las mañanas que mejor con unos huevos estrellados y chile con queso para el almuerzo, al medio día acompañando a una rica carne asada o a cualquier otro guisado y por la noche simplemente con tortillas.