1Limpiamos el cardo. Una vez los trozos estén ya en el agua hirviendo, cerramos la olla rápida y cuando la válvula empiece a girar, pondremos el fuego al mínimo, sin que deje para nada de dar vueltas.

2Contamos 35/40 minutos con la válvula girando, apagando el fuego, retiramos la válvula y dejamos enfriar el cardo en la olla sin abrirla hasta que enfríe.

3Colocar una cazuela baja al fuego, con 2 dientes de ajo muy picados.

4Seguidamente le añadiremos 2 cucharadas soperas de aceite de oliva.

5Cuando baile el ajo le añadiremos los cardos cocidos y escurridos.

6Tendremos los cardos junto al ajo rehogando durante 1 minuto, añadiremos 1 cucharadita de harina y 1 vaso de caldo de cocción de los cardos, o la suficiente cantidad como para que poco a poco se vaya formando una salsa ligada y ligera.

7Sobre los cardos estofados, volcamos las almejas guisadas a la marinera.

8Para ello, rehogaremos en el aceite de oliva restante los otros 2 ajos picados.

9Una vez empiecen a bailar, añadiremos la cucharadita de harina y el otro vaso de caldo de cardo, dejando hervir la salsa un minuto.

10Verter en ella las almejas bien lavadas y el vino blanco, dejando que se vayan abriendo a fuego suave por espacio de unos minutos.

11Conforme se van abriendo, las iremos echando una a una al guiso de cardo, de manera que no sufran una sobrecocción y se vuelvan correosas.

12Una vez sacadas todas de la salsa verde, dejaremos reducir la salsa de las almejas, incorporándola a los cardos. Añadimos perejil picado.

13Comprobar el sazonamiento del guiso y servir.