1Precaliente el horno a 165 grados centígrados; engrase con la cucharada de mantequilla un molde desmontable de 9 pulgadas de diámetro, a cubrir muy bien el fondo y los lados.

2Mezcle el pan molido con las dos cucharadas de parmesano y espolvoree esto en el fondo del molde.

3Aparte, en la batidora bata el queso crema, el ricotta y el parmesano; añada la sal y la pimienta de Cayena.

4Luego, los huevos uno a uno, batiendo hasta que todo se incorpore muy bien.

5Ponga la mitad de esta mezcla en otro tazón y agréguele el pesto, meneando perfectamente; vacíe esto en el molde y empareje.

6Sobre esa capa distribuya cuidadosamente el resto de la mezcla de quesos y ponga encima los piñones; meta a hornear por espacio de 45 minutos o hasta que se sienta firme.

7Retire del horno y deje enfriar; cubra con plástico autoadherente y refrigere toda la noche.

8Para servirlo, desmolde y acomode en un platón, rodeando con las galletas saladas de su preferencia.