RECETA
- 1 Unidad de Raviolis caseros de Setas
- 4 Unidades de Tomates rojos
- 2 Unidades de Cebolla blanca
- 1 Tarro de Pasta de Tomate
- 1 Manojo de Albahaca
- 2 Cucharaditas de Aceite de oliva
- 1 Pizca de Pasta de ajo
- 1 Pizca de Sal
- 1 Pizca de Pimienta negra
- 1 Vaso de Vino blanco
11 El primer paso para realizar la receta de raviolis en salsa de tomate casera es alistar los ingredientes. Nosotros hemos optado por raviolis 100% caseros, receta que puedes consultar en RecetasGratis.net.
22 Primero, vamos a realizar la salsa de tomate casera. Para ello, lleva una olla honda a fuego medio, adiciona el aceite de oliva, la cebolla y los tomates en cascos grandes como se observa en la fotografía. Agrega sal, pimienta negra y pasta de ajo al gusto.
33 Lleva una olla con suficiente agua a fuego y, una vez el agua esté a hirviendo o a punto de ebullición, añade los raviolis y cocínalos hasta que estén al dente o blandos. Retira del agua y reserva.
44 Mientras tanto, cuando los ingredientes de la salsa se hayan salteado durante algunos minutos, vierte agua hasta cubrirlos y deja que se cocine todo durante 20 minutos más. Pasado este tiempo, apaga el fuego y deja que se enfríe.
55 Una vez fría la preparación anterior, procesa los ingredientes y pasa la mezcla por el colador para obtener una salsa más fina. Luego, lleva el líquido restante a una olla honda, adiciona la pasta de tomate y una cucharadita de azúcar o endulzante favorito para retirar la acidez que contiene el tomate.
66 Lleva una sartén a fuego medio con una cucharadita de aceite de oliva, adiciona los raviolis de setas previamente cocinados y saltea durante algunos minutos.
77 Agrega la salsa de tomate casera y deja conservar a fuego bajo la preparación durante 10 minutos. Agrega la albahaca finamente picada y deja conservar unos cinco minutos más, después apaga el fuego.
88 Sirve los raviolis caseros con salsa de tomate bañando con la salsa y espolvoreando un poco de albahaca fresca por encima. Si deseas puedes añadir un poco de queso parmesano y acompañar con un vino blanco de tu preferencia. Y de postre, ¡panna cotta!