RECETA
- 1,800 kg. de costilla sin hueso
- 3 zanahorias
- 200 gr. de guisantes frescos
- 1/2 k de patata
- 1 papeleta de azafrán
- Cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharada de perejil
- 1 vaso de vino blanco
- 6 cucharadas de tomate
- 15 cucharadas de aceite
1Se le quita a la carne todo el sebo que tenga y se corta en trozos de 3 ó 4 centímetros. Se pone al fuego en una sartén con 15 cucharadas de aceite y, cuando esté caliente, se pasan seis trozos de carne por harina y se fríen hasta dorarlos. Se sacan con una espumadera (bien escurridos) a una cazuela y se fríen otros seis trozos, siguiendo de esta forma hasta freírlos todos.
2Se quita el aceite de la sartén, dejando solo seis cucharadas, y se fríen la cebolla y el ajo muy picaditos. Una vez fritos, se vierten sobre la carne que se halla en la cazuela y se pone ésta a un lado del fuego para que se vaya haciendo lentamente.
3A los 15 minutos se añaden el azafrán los guisantes y las zanahorias, cortadas a diente de ajo, mas el vaso de vino blanco, dejándolo que siga cocinándose 10 minutos más.
4Se cortan las patatas, y con el aceite que anteriormente se ha sacado de la sartén se ponen a freír, dejándolas durante 10 minutos que se vayan haciendo lentamente. Se escurren bien y se añaden al guiso con las 6 cucharadas de salsa de tomate. Se revuelve bien con una espumadera y se le agrega agua hirviendo, sin llegar a cubrir el guisado, dejándolo hervir hasta que todo esté muy tierno, sazonándolo con sal.
5Una vez condimentado, se coloca en una fuente o cazuela de barro y se espolvorea con el perejil picado y se sirve.