1Poner el bacalao, con la piel hacia arriba, en un cuenco.

2Cubrirlo con agua y dejarlo en remojo durante 12 horas, cambiándole el agua algunas veces.

3Al mismo tiempo, poner los garbanzos en un recipiente.

4Cubrirlos con agua y dejarlos también durante 12 horas.

5Poner abundante agua a hervir en una olla.

6Escurrir los garbanzos y ponerlos en el agua hirviendo.

7Cocerlos unas 2 horas a fuego lento, hasta que estén algo tiernos.

8Mientras tanto, calentar agua con sal en un cazo y cocer las espinacas hasta que se hayan descongelado y esten tiernas. Escurrirlas y picarlas.

9Pelar el diente de ajo, ponerlo en un mortero.

10En el mismo aceite dorar la rebanada de pan por ambos lados. Escurrirla y añadirla al mortero.

11En el mismo aceite rehogar las espinacas. Escurrirlas y reservarlas.

12Verter el aceite sobrante de la sartén en el mortero.

13Agregar un puñado de sal y las hebras de azafrán.

14Machacar todo hasta que quede convertido en una pasta. Reservarla.

15Pelar las patatas y trocearlas.

16Agregarlas a la olla y continuar la cocción media hora más hasta que ambos ingredientes estén tiernos.

17Escurrir el bacalao y cortarlo en trozos.

18Con un cucharón, llenar una taza con el caldo de la olla.

19Escurrir las patatas y los garbanzos. Ponerlos en una cazuela de barro.

20Incorporar la taza de caldo, el bacalao, las espinacas y el condimento del mortero.