1Lavar y quitar las semillas a los pimientos y córtalos en trocitos pequeños.

2Introduce los pimientos en una sartén con 2 cucharaditas de aceite, el tomate frito, el vinagre y una pizca de sal.

3Tapar y cocer a fuego lento durante 12 minutos, removiendo a menudo. Dejar enfriar.

4Tritura la preparación anterior, incorporando el aceite restante poco a poco, hasta que se consiga una salsa homogénea.

5Verter en un recipiente hermético e introducir en el frigorífico.

6Se conserva perfectamente en la nevera durante 7 días.