RECETA
- 1 pierna de cordero australiano, con hueso
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharada de romero, seco y machacado
- 1 cucharada de jengibre seco, mezclado con 1 cucharada de cilantro molido
- 1 cucharada de cebolla, cortada en cubitos gruesos
- 5 dientes de ajo, picados gruesamente
- 1 tomate pequeño, cortado en cubitos finos
- 1 taza de vino tinto
- 1 cucharada de harina de maíz
- 1 taza de caldo de carne o de cordero, a temperatura ambiente
- sal al gusto
- 1 cucharada de romero fresco, picado
1Con un cuchillo afilado, haga cortes diagonales en la parte superior de la pierna de cordero; estos cortes no deben tener más de 1/4 de pulgada de profundidad. Deje un espacio de ½ pulgada entre cada corte. Combine el aceite y el romero seco y unte la mezcla sobre el cordero. Deje reposar por 30 minutos y luego espolvoree el cordero con la mezcla de jengibre y cilantro.
2Cocine en la rejilla de un horno precalentado a 375°F, 25 minutos por libra o hasta que la temperatura interna llegue a 135-140°F. Rocíe el cordero con su jugo por lo menos una vez durante la cocción. Cuando esté hecho, saque el cordero del horno y déjelo en un sitio caliente por 10 minutos.
3Mientras tanto, saque el exceso de grasa y caliente a fuego medio los jugos de la carne en una olla. Añada la cebolla y haga hervir a fuego lento por 1 minuto. Ponga y revuelva el ajo y vierta el vino. Continúe hirviendo a fuego lento por unos pocos minutos.
4Mezcle en un tazón separado la harina de maíz y el caldo. Saque la olla del fuego y revuelva la mezcla, luego colóquela de nuevo sobre la fuente de calor. Revuelva bien para que la mezcla de harina se amalgame totalmente. Sazone al gusto con sal y el romero fresco picado.