1Se limpian los pichones de vísceras, para ponerlo a marinar 12 horas con el jengibre fresco, el ajo picado, el aceite y la soja.

2Se quita la piel de la calabaza y se cuece al vapor hasta que esté blanda.

3Se pasa por el termomix hasta conseguir un puré fino, se rectifica de sal y pimienta y se reserva.

4En una reductora, se echa una nuez de mantequilla y una cucharada de azúcar moreno.

5Se flambea con el Grand Marnier, y se tira el zumo de naranja.

6Se reduce hasta lograr una textura de salsa.

7Hecho esto, se ponen los pichones en una sartén por el lado de la piel hasta conseguir que ésta esté bien crujiente.

8Se deja templar en un lugar caliente (50 grados) durante 15 minutos.

9Durante este tiempo, se arregla la salsa del pichón con un poco de miel y soja.

10La verdura se corta a láminas y se saltea brevemente en una sartén.

11Se deshuesa el pichón, se pinta con la salsa y se introduce en el horno a 180 grados durante unos cuatro minutos.

12Se sirve con una lágrima de puré de calabaza, las verduras salteadas en medio y el pichón encima de ellas.

13Se pone un poco de salsa de naranja, el jengibre confitado y se napa bien el pichón con la salsa de soja y miel