1El día anterior, pasa las rodajas de pescado al frigorífico para que se descongelen.

2Sécalas bien con papel del cocina, sazónalas y fríelas en una cazuela de barro con aceite de oliva bien caliente.

3Retíralas y reserva.

4Sofríe en la misma cazuela los dientes de ajo y las ramitas de perejil muy picados.

5Antes de que tomen color, añade una taza de café de agua, los guisantes congelados y la cucharadita de azúcar.

6Deja cocer a fuego suave, durante unos 10 minutos, aproximadamente, y añade el pescado.

7Rectifica la sazón y continúa la cocción durante 5 minutos más. Sírvelo en la misma cazuela de barro bien caliente.