1Se despluman y limpian las perdices.

2Se atan con un hilo para que no se deshagan.

3Se echan en una cazuela las perdices y luego se les añaden todos los ingredientes a la vez.

4Las perdices deben quedar bien cubiertas por el aceite y el vinagre.

5Si es necesario se añade más aceite.

6Se pone todo a cocer a fuego lento durante una hora aproximadamente.

7Una vez cocidas se dejan enfriar y se guardan en la nevera durante unos días si se van a consumir pronto.

8Si se quieren mantener para más tiempo como conserva, se sacan del aceite de cocción y se meten en botes cubiertas con aceite nuevo.

9Los botes no deben estar herméticamente cerrados.