1Desprende el cuello y los menudos y resérvalos para la salsa del pavo.

2Lava el pavo con abundante agua fría y escúrrelo bien.

3Puedes usar toallas de papel para secarlo del todo.

4Echa sal y pimienta en las cavidades del ave.

5Pliega la piel del cuello y ajústala con pinchos a la parte posterior del ave.

6Pliega las alas debajo del lomo del pavo.

7Coloca las patas a la posición encogida.

8En una cacerola a fuego mediano, fríe la salchicha de pavo y las cebollas de 5 a 7 minutos o hasta que la salchicha pierda el color rosado. Escúrrela.

9En un recipiente grande mezcla la salchicha, los cubitos de pan, las castañas, el perejil, el tomillo, la salvia y la pimienta.

10Agrega el caldo de pavo y revuelve para que se humedezca todo.

11Coloca el relleno con cuidado dentro del pavo, en una cacerola de horno de 9 x 12 pulgadas, rociada con aerosol de cocina vegetal.

12Cubre la cacerola y hornea a 350 grados Farenheit durante 45 minutos.

13Coloca el pavo, con la pechuga hacia arriba, en una cacerola de horno grande y chata (de no más de 2 pulgadas de profundidad), en una rejilla del horno.

14Inserta un termómetro resistente para horno en la parte más gruesa del muslo. Cuida que no toque el hueso. Hornea el pavo en un horno pre calentado a 350 grados Farenheit durante alrededor de 3 horas y media.

15Rocíalo con el jugo de la cacerola. Continúa horneando hasta que el termómetro registre 180 grados Farenheit en el muslo; 170 grados en la pechuga y 165 en el relleno.