RECETA
- 10 higaditos de pollo
- 1/2 cebolla grandecita
- 1 vasito de vino blanco o cava seco, no del todo lleno
- 1 cucharada de orégano
- 1 hoja de laurel
- Aceite, sal y pimienta
1Limpiar bien los higaditos y quitarles los nervios y las pieles, salpimentar bien y dejar reposar unos minutos.
2En una sartén con aceite, dorar la cebolla picada menuda (que también hay que salpimentar) hasta que empiece a ablandarse.
3Añadir los higaditos y dejar hacer a fuego lento diez minutillos, removiendo de vez en cuando.
4Luego agregar el cava o el vino junto con el laurel, y dejar hacer muy despacio quince minutos más, con la sartén tapada, dando vueltas de vez en cuando.
5Casi en el último momento se agrega el orégano, se deja hacer un par de minutos más, y luego que repose con la sartén todavía tapada y el fuego apagado.
6Mientras, para no aburrirnos, habremos engrasado un molde o moldes pequeños con mantequilla o grasa de cerdo (a mí me gusta más con grasa de cerdo: derrito un poco en el microondas en los mismos recipientes, la esparzo bien por todo el molde y dejo que se solidifique en la nevera media horita, o en el congelador cinco minutillos).
7Cuando los higaditos ya no quemen, batirlos bien con la batidora, junto con el resto de lo que había en la sartén menos la hoja de laurel.
8Si se quiere (lo recomiendo), pasar por el chino para que quede una pasta bien fina.
9Volcar en los moldes previamente engrasados y dejar reposar en el frigorífico unas horas.
10Dependiendo de la consistencia que haya quedado, se puede desmoldar el paté si se quiere.
11Basta con poner un paño empapado en agua hirviendo en la base y los lados para que se derrita un poco la mantequilla o grasa.
12Yo no lo hago, mi paté queda demasiado blandito porque me gusta que sea muy untable.