1Limpiamos bien las patatas con un cepillo. Ten en cuanta que las vamos a consumir con la piel.

2Las cortamos en gajos de un tamaño a tu gusto y las metemos entre 3 y 5 minutos en agua hirviendo con sal. Deben enternecerse solo un poco y quedar enteras. Hay que escurrirlas muy bien en un colador para que pierdan toda el agua posible y se sequen.

3Preparamos la mezcla con todos los ingredientes y añadimos la harina. Metemos las patatas cocidas y la mezcla en una bolsa o en un hermético de cocina con tapa y sacudimos para que las patatas se impregnen bien. Las sacamos y sacudimos un poco el exceso de harina si es necesario.

4Freímos en aceite caliente en sartén o freidora hasta que doren, escurrimos sobre papel de cocina y servimos al momento.

5No es necesario cocer previamente las patatas, pero las lavamos y cortamos como en la receta anterior.

6Mezclamos en una bolsa o hermético con la mezcla de especias y una par de cucharadas de aceite de oliva. Lo ideal es usar una bolsa de asados y ya podemos meter directamente a hornear, a 190º durante 40 minutos aproximadamente, y la bolsa perforada con algunos agujeros en la superficie.

7Si lo prefieres las extiendes en una bandeja de horno, sin apelmazarlas, y horneas cubriendo con papel aluminio. Al final se pone calor por arriba unos 10 minutos para que se doren un poco. Se sirven al momento, crujientes y doradas.