1Separamos las claras de las yemas. Batimos las yemas con el azúcar hasta que espumen y añadimos la harina y la mantequilla. Mezclamos muy bien.

2Montamos las claras a punto de nieve y mezclamos con lo anterior con movimientos envolventes para que no se bajen mucho. Forramos una bandeja de horno plana con papel aluminio o papel sulfurizado y extendemos la mezcla aplanando por igual con una espátula si es necesario. Yo uso un tapete de silicona espcial para bizcochos planos (es de Lekue, te dejo la foto abajo). Horneamos a 180º C por 10-15 minutos. Dejamos enfriar.

3Para hacer la crema de queso derretimos en el microondas el Roquefort o Gorgonzola un minuto al 80% de potencia. mezclamos batiendo bien una cucharad

4Extendemos el bizcocho sobre un trapo o tapete de silicona (o simplemente film transparente de cocina). Cortamos en tres trozos iguales.

5Ponemos un trozo en una bandeja de servicio y untamos bien con el queso (mejor que esté blando y caliente todavía porque facilita la tarea). No hay que poner una capa muy gruesa porque aporta bastante sabor. Ponemos el jamón por encima cubriendo bien la superficie. Seguimos con otra plancha de bizcocho y prensamos con las manos para que se compacte, ponemos queso y jamón, y terminamos con otra plancha untando con queso la superficie y espolvoreando con almendras picadas.

6Lo dejamos en la nevera al menos un par de horas para que se compacte y podamos cortarlo bien. Servimos fríos cortados en cuadraditos.