1Parta por la mitad tres galletas y apártelas.

2Triture finamente 12 galletas y combínelas con la margarina.

3Oprima la mezcla contra la base de un molde desmontable de 23 centímetros de diámetro.

4Coloque las 14 galletas restantes en forma vertical alrededor del molde.

5En un tazón grande disuelva la gelatina en el agua hirviendo.

6Incorpore el agua fría y el puré de fresas; refrigere hasta que la mezcla esté ligeramente espesa.

7Con una batidora eléctrica en alta velocidad, bata la gelatina hasta que esté espumosa, alrededor de dos minutos.

8Incorpore a esto dos tazas de crema batida; si es necesario, refrigere esta mezcla hasta que empiece a cuajar.

9Luego, ayudándose con una cuchara, colóquela sobre la tartaleta preparada.

10Ahora refrigérela durante cuatro horas o hasta que el pastel esté firme.

11Para servir, retire el borde del molde y decore con la crema batida restante, galletas partidas por la mitad, fresas y, algunas ramitas de menta.