1Precalentar el horno a 350ºC. Espolvorear la harina y la sal por las bases de pasta.

2Mezclar la mantequilla, la manteca y la harina. Añadir el agua helada para formar una masa.

3Con una licuadora, dos cuchillos o los dedos, mezclar hasta que la mezcla quede grumosa.

4Con las manos, hacer una bola y envolverla en papel de aluminio, papel encerado o plástico.

5Dejar en el frigorífico (¡no el congelador!) durante 30 minutos. Dividir la masa en 8 partes.

6Con las manos, hacer una bola con cada una de las 8 partes, y chafarlas con un rodillo hasta conseguir círculos de unos 8 cm y de 0,5 cm de grosor.

7Pellizcar los bordes para poder introducir la mezcla de coco y azúcar.

8Colocar en bandejas untadas con manteca y hornear las bases un poco.