1El día antes de preparar las torrijas, disuelve 1 gramo de levadura en 75 ml. de leche tibia.

2Echa en un bol 140 gr. de harina de fuerza y añade la leche con la levadura. Mezcla todo bien hasta hacer una bola. Colócala en el bol, tápala con film transparente y guárdala en la nevera hasta el día siguiente.

3Saca la bola de la nevera una hora antes de empezar a preparar el pan para torrijas, así se templará y se activará la levadura.

4Templa el resto de la leche junto con el azúcar, la miel y la ralladura de naranja y limón. No te pases de calor, tiene que quedar tibia para que las bacterias de la levadura no mueran. Mezcla bien todos los ingredientes.

5Disuelve los 20 gramos de levadura en la leche tibia.

6Trocea la bola de masa que hiciste el día anterior.

7Añade los trozos de masa al bol con el resto de ingredientes junto con la mitad de la harina y mezcla.

8Incorpora la sal y el resto de harina y mezcla bien. Cuando tengas una mezcla más o menos compacta, espolvorea un poco de harina en la mesa de trabajo y echa la masa en ella. Amasa con movimientos firmes, elevándola de la encimera y golpeándola sobre la mesa de trabajo.

9Debes conseguir una bola elástica y firme, que se despegue bien de las manos. Si ves que te resulta complicado controlar la masa, déjala descansar unos minutos y verás que poco a poco se va haciendo más manejable.

10Cuando tengas la bola, colócala en el bol, con un poco de harina y tápala con un paño. Déjala en un lugar cálido y sin corrientes hasta que doble su tamaño. Tardará entre una hora y una hora y media, en función de la temperatura que haya en la habitación.

11Pasado ese tiempo, espolvorea un poco de harina en la encimera y echa la masa sobre ella.

12Amásala un poco para quitarle parte del aire.

13Haz un rectángulo con ella, dobla un tercio de la masa en el centro y séllalo.

14Vuelve a doblar el otro tercio en el centro y como has hecho en el paso anterior, ciérralo bien.

15Después solo tienes que doblarlo por la mitad a lo largo y juntar ambos lados para que quede bien sellado.

16Termina uniendo ambos extremos de la barra de pan.

17Coloca la unión hacia abajo, pon las dos manos sobre el pan y extiende la masa con las dos manos para ir estirando la barra de pan poco a poco. Si ves que mientras la vas estirando se encoje, deja la masa reposar unos minutos y continúa la operación.

18Debe quedar una barra del largo de la parte diagonal de la bandeja del horno.

19Una vez lista, colócala en la bandeja del horno con un papel vegetal debajo. Vuelve a tapar tu barra de pan de torrijas con un paño y déjala en un lugar cálido y sin corrientes hasta que vuelva a doblar su tamaño, durante otros 30-35 minutos.

20Después, precalienta el horno a 220 grados.

21Con un cuchillo afilado o un cúter haz cortes, con cuidado, en la superficie de la barra del tamaño que quieras que tengan las torrijas.

22Cuando el horno esté caliente, baja la temperatura a 200 grados.

23Mete la barra de pan de torrijas y hornéala a 200 grados durante 30 minutos o hasta que veas que tu pan está cocido. Si antes de tiempo notas que está demasiado dorado, tápalo con un papel de aluminio para que no se queme la corteza.

24Después, sácalo del horno, colócalo sobre una rejilla para que se enfríe. Listo.